miércoles, 18 de febrero de 2009

Ruta 40

Llevaba mucho tiempo esperándote y por fin te veo. Me das respeto. Te miro desde dentro del coche en silencio. Me debes una, sabes que me debes una. Arranco el motor y meto primera. Acelero un poco y sigo avanzando. Te voy reconociendo. Algunos de tus tramos ya no son de ripio pero sigues igual de desolada. Pasan horas. Finalmente llego al punto y me pongo a recordar. Me diste un buen susto. Pero solo fue eso, una advertencia.
Bajo del coche e inspecciono. Aquí mismo hace unos años me salí de la carretera. Dos ruedas reventadas. No pasó nada. Hubiese sido mala suerte darse con un árbol en este desierto. Luego vino Dai, en su bicicleta. Enjuto, maloliente de haber recorrido toda la Patagonia. Tomamos mate hasta que unos camioneros nos salvaron. En la 40 puede pasar mucho tiempo hasta que pasa alguien. Decido hacer noche en mitad de la nada. Meto el Falcon por una loma hasta que encuentro un lugar mas resguardado (S 49º 24.733 W 71º 29.671). Preparo el asiento de atrás, la manta, los libros, y el cuaderno de viajes. Me tumbo y miro el cielo por la ventanilla. Está negro. Y hace viento, un viento de 80 Kms. por hora que mece el coche como si fuera una cuna. Dejo a un lado “El país del viento” y comienzo “La aventura de un fotógrafo en La Plata”. Cambio a Susana Iparraguirre por Bioy Casares. Me fumo un puro. El puro de la Patagonia.
Mañana tendré un día complicado pero todavía no lo sé así que me quedo dormido. Afuera no hay nada, solo el viento.

http://es.wikipedia.org/wiki/Ruta_Nacional_40_(Argentina)

1 comentario:

  1. Victor, me tienes enganchada.
    Ten cuidado con el Falcon y vente ya "pa ca" ya esta bien de oliveriadas. bss Lola

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