martes, 17 de marzo de 2009

LOS VALLES CALCHAQUÍES

No os creáis que todo es diversión y aventura en la vida del viajero. También hay una parte que no se ve, ni se cuenta. Me refiero a las gestiones. Sacar dinero, buscar una pieza, un taller mecánico, buscar un ciber para publicar el blog,.. En fin, que en Salta no solo estuve comiendo empanadas (buenísimas por cierto) y Locro (comida regional típica de la zona) y bebiendo vino. Entre otras cosas aproveche para poner el Falcon a punto, sobre todo en su parte estética que había quedado algo descuidada en los últimos tiempos. Le compre el faro que le faltaba y dejó estar tuerto. Aunque el faro funcionaba no quería dar pie a problemas con la policia, posibles mordidas, etc… Y los repuestos aquí son tan baratos que no pude resistir la tentación de comprarle también una nueva parrilla con el logo incluido. Además de esto le hice un cambio de aceite y filtro (no había hecho ninguno desde que salí de Buenos Aires) y le di una lavadita. Vamos que quedó como nuevo.
Tras la agitación de los últimos días, decidí relajarme un poco días y hacer un pequeño recorrido por los valles calchaquíes y sus pueblitos. Era ésta una zona que tenía muchas ganas de visitar desde hace tiempo. Bajé primero por la ruta 68 hasta Cafayate y las ruinas de Quilmes para luego volver a Salta por la 40 reencontrándome otra vez con esta carretera aunque mucho mas al norte y visitando brevemente Cachi. Ambos trayectos son espectaculares y con zonas muy distintas de quebradas y valles verdes. Y mucho cactus. Si algo me ha sorprendido de Salta es lo variado de sus paisajes. Y la gente es tan amable…
Cafayate es zona de vino y también tuve ocasión de degustar alguno de ellos que son de bastante calidad. En este sentido tampoco me puedo quejar.
Deje Salta y me fui a Jujuy, otra capital agradable y con muchas sitios por ver en los alrededores. Visité Tilcara y Humahuaca, dos pueblitos camino a la frontera con diferentes estéticas. El primero es bonito y tiene unas ruinas pre-hispánicas interesantes pero ha perdido parte de su encanto al hacerse demasiado turístico. El segundo en cambio conserva todo su sabor y me fascinó pasear por sus calles sin asfaltar. Buscando un cine en Humahuaca me tope con Tantanakuy, una asociación cultural creada por Miguel Torres y que desarrolla una actividad encomiable si tenemos en cuenta el lugar y los medios. Hablando con Lorena, la bibliotecaria me explicó el sentido de la asociación en ese lugar remoto del mundo y la labor que realizan. El centro además de contar con una biblioteca y un cine dispone de un bar, alojamiento y un par de salas para actividades. Normalmente imparten cursos de música tradicional, baile, etc… para la gente del pueblo pero también aceptan guiris así que si estáis interesados en aprender a tocar la quena o aprender filosofía andina podéis contactar con la asociación (www.tantanakuy.org.ar) y quedaros una semanita en el pueblo. Para mi fue una lastima no tener mas tiempo. En fin, ya os digo que pase unos días agradables visitando estos pueblitos pero tenía que seguir mi destino y además necesitaba algo de tensión así que enfile el Falcon hacia La Quiaca, la frontera con Bolivia. Allí estuve esperando una hora hasta que apareció un funcionario de aduanas que tras mirar mi documentación me dijo muy amablemente que no me dejaba pasar. Y no me dejo. Así que me tuve que volver por el mismo camino que había venido.

3 comentarios:

  1. Estimado Sr. Oliveras,
    Esto son aventuras y no las de Alatriste!!!

    Cuidese
    Un tertuliano

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  2. TITO MUERDE LOS PELICANOS
    QUE ME BAS A TRAER TITO?
    TITO TE LO ESTAS PASANDO BIEN?
    Y ES BONITO UN BESO SARA B.

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  3. WAOO PRIMO....LA VERDAD ES QUE ME SORPRENDE CADA DIA MAS TUS ANECDOTAS.......ME PARECE SUPER INTERESANTE COMO LA ESTAS PASANDO....AL MENOS DIFERENTE!!!!! TE HE ENVIADO UN MAIL CON LAS COORDENADAS DE FERNANDO, MI AMIGO DE BUENOS AIRES....UN ABRAZO!
    JULIO

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